Cuando se trata de escoger un hotel, somos muy ‘pijos’. O al menos, así lo han reflejado quienes después han opinado en la web. Un bar en la piscina, un jacuzzi o un servicio de masajes pueden ser algunos elementos que podrían influirnos a la hora de pagar más por un servicio. Esta ha sido la conclusión de un estudio donde ha participado la Universidad Complutense de Madrid y han analizado cerca de 10.000 opiniones de usuarios publicadas en TripAdvisor y Trivago.

El estudio, publicado en Tourism Management, ha puesto en el foco un total de 176 hoteles cubanos que han relacionado con los comentarios. “La innovación en el sector hotelero se identifica con nuevas ofertas de servicios o experiencias que, de alguna forma, contienen elementos de exclusividad y se adaptan a las necesidades del cliente”, explica Francisco J. Fernández, investigador del Departamento de Economía Aplicada II de la Universidad Complutense de Madrid.

Los autores clasificaron los hoteles en varios grupos en función de su pertenencia o no a una cadena hotelera, el número de habitaciones y otras prestaciones (actividades deportivas, restaurantes a la carta o servicios médicos) hasta sumar 53 características. El 60% de los hoteles de Cuba se encontraban en la muestra. Los precios y los parámetros los obtuvieron de la web de Cuba Hotel Reservation. Observaron, por ejemplo, que hay un 71% de hoteles con “ambiente familiar”, un 76% situados en la playa y un 94% con piscina, lo que aumentaba el precio.

“En general puede decirse que los clientes están dispuestos a pagar más por los atributos que consideran más innovadores relacionados con la adaptación y costumización del producto turístico”, sostiene el investigador.

Pequeños, pero especializados

Al estudiar los hoteles que se dedican al turismo internacional, dejaron al margen las pensiones y los establecimientos nacionales de Cuba. 40.000 habitaciones y 334 tarifas fueron puestas bajo observación, a lo que se unieron 97.600 opiniones que equivalen a una media de 555 valoraciones por hotel. Descompusieron el precio de las habitaciones en ‘pequeños lujos’ (cama grande, spa, restaurante, etc.), pero también descubrieron que en los pequeños hoteles tipo boutique, como los califica Velázquez, las ofertas especializadas pueden llevarte más a pagar por ellas.

Esta clase de centros engloban hoteles para adultos, para familias, tipo gay-friendly o que admiten mascotas, entre otros. “Suponen formas de adaptar la oferta hotelera a las necesidades del hotel”, añade.

“Este tipo de establecimiento es considerado como una innovación por parte de los clientes y tienen una oferta turística limitada y adaptada a los clientes y ofrecen, igualmente una experiencia especial”, observa Velázquez.

Redacción QUO