El pasado martes, una mujer de 30 años llamada Karina Vetrano salió a correr por las calles de Howard Beach. Al igual que Vanessa Marcotte por las calles de Nueva York. Ambas fueron encontradas asesinadas poco después. Estos crímenes han despertado el temor de muchas mujeres, un miedo que ha provocado un aumento notable en ventas de los sujetadores Booby Trap.

La indumentaria de los corredores hace difícil portar un pequeño arma defensiva o un spray. Este tipo de prenda dispone de varias versiones, una para introducir un pequeño spray de pimienta y otra un poco más cara que permite llevar un cuchillo. Ambos bolsillos están elaborados con neopreno, aunque el que permite llevar un arma blanca tiene un imán para que esta no se mueva de su sitio.

Según explicó Jennifer Cutrona, fundadora de la compañía, diseñó el sujetador tras ser asaltada mientras corría por un sendero. «En ese momento, las pequeñas navajas que había recogido en los últimos años estaban todos en casa, en el mismo cajón que el spray de pimienta». El pequeño cuchillo que cabe dentro del bolsillo del sujetador cuesta algo más de 10 €.

Fuente: seeker.com

Redacción QUO