El interés por las remotas pero hermosas Islas Lofoten (24.500 habitantes) ha crecido exponencialmente en solo un par de años. A consecuencia del éxito de la película Frozen, el enclave ha visto cómo los niveles de turistas ascendían hasta límites insostenibles (un millón en 2015).

Y no es el único, toda Noruega se encuentra en la misma situación. «Es un desafío –explicaba recientemente Hans Fedrik Serdal, alcalde del municipio de Flakstad-, estamos completamente superados«. El problema es que sus infraestructuras (agua, carreteras, etc.,) no están preparadas para esta oleada de visitantes curiosos.

Redacción QUO