Un soldador puede costar unos 30 euros la hora, un poco de estaño, no más de 0,60 céntimos, pero el proceso hasta conseguir soldar la rotura en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) de Ginebra su pone la friolera de 15.999.999 € más. El gran día del LHC se fue al traste por una avería tonta. Una soldadura mal efectuada, al calentarse, provocó la ebullición del helio líquido refrigerante; válvulas de sobrepresión insuficientes convirtieron lo que debería haber sido un incidente menor en un caro fiasco al ocasionar un reventón. Pero lo realmente espectacular de todo esto es la que hay que montar para repararlo. Calentar un túnel de 27 km de recorrido desde una temperatura cercana al cero absoluto ha sido el primer paso, por no decir zancada, en el LHC. Lo que vamos a contar aquí no es la historia de los errores que provocaron esta y otras averías, sino lo espectacular que resultó enmendarlos. Y fue un error puro y simple el que hizo que el telescopio espacial Hubble saliera al espacio con un espejo mal tallado y que se dieran cuenta nada más ponerlo en órbita. Ahora, 20 años después, la NASA planea el que será el último viaje para solucionar problemas en el emblemático telescopio, derivados de su longeva y útil vida. Es una misión de alto riesgo. Siete astronautas, sin el apoyo de la Estación Espacial Internacional donde refugiarse en caso de problemas, accederán al gran telescopio para tratar de alargar unos años más su trabajo estelar. La primera reparación del Hubble ostenta el récord de ser la más cara de la historia. La efectuada a más larga distancia, sin embargo, se llevó a cabo en una sonda, la Voyager 1, cuando hubo que reemplazar su sistema de posicionamiento. En este caso, la reparación fue posible gracias a la previsión. Los ingenieros a veces añaden redundancia de piezas vitales en los aparatos, y en este caso la sonda portaba un módulo que podía sustituir al que se averió, a pesar de llevar 20 años sin ser utilizado.
Colisión múltiple en el mar
Si un carguero se hunde en alta mar, probablemente nadie se ocupe de reflotarlo. Pero, ¿qué ocurre si lo hace en el Canal de la Mancha? Las malas condiciones atmosféricas (niebla espesa, mala mar) provocaron el choque de dos barcos, uno de ellos, el portacoches MV Tricolor, se hundió; su presencia en aguas tan transitadas y poco profundas provocó dos accidentes posteriores, y obligó a reflotar el pecio con gran coste. Hubo que cortarlo en lonchas, literalmente, para poder sacarlo de allí. En el caso del SuperKamiokande, un telescopio de neutrinos (partículas que proceden de los rayos solares), al fin y al cabo, lo único que había que hacer era reemplazar unas “bombillas” por otras. Claro, que si hablamos de hacerlo a 1.000 metros de profundidad y que el depósito contiene 50.000 toneladas de agua ultrapura, el asunto, como en los otros casos mencionados, se complica.
¿Qué te ofrecemos en este Dossier?
Casi nada. 7 reportajes en los que puedes ver desde cómo se arregla una monumental presa, pasando por las dificulatades que tuvo el ya mencionado LHC, hasta cer cómo se repara una nave espacial. Todo para que entiendas porqué cuesta 16 millones de euros arreglar el LHC o porqué se hicieron 5 viajes fuera de la nave, de 30 horas en total, para reparar el Hubble.
1.- ¿Qué le pasó a la Voyager 1?
2.-El problema de la la represa de Campos Novos
3.-¿Por qué se hundió el MV Tricolor?
4.-El gran desencanto del CERN
5.-La catedral inundada
6.-La vista cansada del Atlantis STS-125
Redacción QUO