Ayer los gambianos fueron a votar. Para ello, no usaron papeletas ni voto electrónico, sino un sistema de lo más peculiar: canicas y tambores. A algunos de nosotros nos puede parecer un sistema rudimentario y poco fiable, pero el organismo electoral de Gambia destaca que su sistema es «más transparente, creíble y justo» ya que permite que los analfabetos voten. Según Alieu Momarr Njai, presidente de la Comisión Electoral Independiente de Gambia, «es imposible que alguien pueda amañar las elecciones».
Este curioso proceso fue desarrollado hace seis décadas. A cada votante censado se le facilita una canica, que coloca en un tambor que sirve de urna para votar por su candidato. Cuando finaliza la votación, se vacían los tambores y las bolitas transparentes son colocadas en bandeja, lo que permite un conteo rápido de votos.
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A pesar de la originalidad, la campaña electoral se ha visto salpicada de severas críticas internacionales, que acusa al gobierno de intimidar al votante y suprimir la oposición. El día antes de las elecciones, Internet y las líneas telefónicas fueron bloqueadas hasta el momento en que se abrieron las urnas, con una alta presencia militar en las urnas.
El pasado mes de octubre, el Observatorio de los derechos humanos arrestó a más de 90 manifestantes de la oposición (UPD, Partido Democrático Unido). En abril, el secretario de dicho partido fue golpeado hasta morir mientras era custodiado por las fuerzas de seguridad.
El actual presidente de Gambia, Yahya Jammeh, llegó al poder tras un golpe militar en 1994. Ha amenazado con decapitar a los homosexuales y ha asegurado encontrar un remedio para el SIDA elaborado a base de hierbas.
Fuente: CNN
Redacción QUO