¿Cuánto tiempo hace que no usamos una cabina telefónica? Se han convertido en un elemento tan ajeno a la actual cultura tecnológica, que ya casi no nos percatamos de que esos vestigios del siglo XX aún siguen existiendo en nuestras calles. Bueno, realmente solo son conscientes de su existencia los incívicos que las utilizan para aliviar sus vejigas tras una noche de borrachera, o los mendigos irredentos que aún siguen tratando de encontrar alguna moneda perdida en su interior, algo con aún menos probabilidades de que suceda que que nos toque el Gordo de Navidad.

Aunque parezca mentira, aún sobreviven algo más de dieciocho mil cabinas telefónicas en las calles y plazas de las ciudades españolas, más otras seis mil instaladas en el interior de bares y ministerios. Pero este año 2017 en teoría puede marcar el principio del fin para estos artilugios.

Hasta la fecha, era telefónica quien tenía la concesión del uso y explotación de las cabinas y, por tanto, quien debía ocuparse también de su mantenimiento. Pero dicha concesión finaliza el 31 de diciembre de 2016. Lo que ocurre es que nadie se ha presentado para optar a ocupar su lugar. Algo lógico si tenemos en cuenta que se trata de un negocio cuando menos ruinoso.

Lo que ocurre es que, de momento, las cabinas no desaparecerán de nuestros paisajes urbanos en al menos un año. El gobierno ha decidido prolongar su existencia de tal forma que, si no no se presenta ninguna oferta para hacerse cargo de la concesión, Telefónica tendrá que seguir haciéndolo durante todo 2017. Algo que le va a reportar cualquier cosa menos beneficios, ya que su mantenimiento le cuesta alrededor de cinco millones de euros anuales.

Según la ley actual, existe la obligación de instalar al menos una cabina en todo municipio que supere los mil habitantes. Aunque es probable que poco a poco vaya cundiendo el ejemplo de los países que nos rodean. Francia las va a eliminar por completo en 2017, y Estados Unidos y Gran Bretaña planean sustituirlas por puntos de conexión wifi (¿dónde se cambiará ahora Supermán?).

Vicente Fernández López