Los sesgos cognitivos engañan a nuestro cerebro de formas muy distintas. Está el sesgo de anclaje, el efecto de arrastre, el de punto ciego y una larga lista que nos llevan a una peligrosa distorsión de la percepción.

Ahora, un grupo de neurocientíficos de la Universidad de McMaster (Canadá) ha descubierto uno nuevo, al que podríamos bautizar como el «sesgo del uniforme», que en este caso afecta mayormente a los que lo portan. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores contaron con un grupo de voluntarios a los que vistieron con uniforme de policía mientras estos miraban una figura en el ordenador. Poco a poco, en los laterales de la pantalla iban apareciendo personas de raza blanca y negra, así como otros sujetos vestidos con capuchas. Mientras los voluntarios realizaban el ejercicio, los neurocientíficos analizaban las reacciones de los participantes frente a los personajes que aparecían ante sus ojos.

Al terminar el experimento, los investigadores descubrieron que la reacción de los voluntarios frente a las personas de ambas razas había sido exactamente la misma, algo sorprendente teniendo en cuenta que en estudios anteriores con ciudadanos norteamericanos se había observado que las personas solían relacionar a personas de raza negra con criminales. Los canadienses marcaron la diferencia en este caso.

No obstante, los participantes sí mostraron una reacción diferente al ver a los personajes vestidos con capuchas. Según los investigadores, esto indica que hay un estereotipo que vincula esta manera de vestir con la violencia y el crimen, y «dicho estereotipo se activa cuando las personas llevan un uniforme de policía».

Según Sukhvinder Obhi, «esta investigación es importante, sobre todo, para los policías, que inconscientemente perciben amenazas donde no las hay, o viceversa».

Fuente: sciencedaily.com

Redacción QUO