Unas obras realizadas cerca de Catterick, en Gran Bretaña, sirvieron para descubrir esta valiosa pieza arqueológica. Se trata de una oreja de bronce de unos ocho centímetros de longitud que, con toda seguridad, perteneció a alguna estatua.
Los análisis realizados revelan que tiene unos mil ochocientos años, lo que le convierte en uno de los más antiguos descubiertos en suelo británico.
Los investigadores creen que la oreja debió de desprenderse del resto de la estatua mientras era transportada por la antigua vía romana que había en esa zona.
Ese camino conducía a Cataractonium, un asentamiento militar romano que con el tiempo se convirtió en la ciudad de Catterick.
Fuente: Daily Mail.
Vicente Fernández López