Las excavaciones realizadas en las instalaciones del antiguo fuerte romano de Vindolanda, situado cerca del Muro de Adriano, en Inglaterra, han servido para encontrar varias piezas pertenecientes a la guarnición. La más llamativa de todas son un par de guantes que se utilizaban para boxear. Un hallazgo realmente sorprendente porque, aunque se conocía la existencia de este tipo de accesorios por pinturas de la época, nunca había aparecido ninguno.

A diferencia de los guantes modernos, estos estaban diseñados para cubrir solo los nudillos. Para amortiguar el impacto de los golpes, se rellenaban con materiales que los acolchaban. Curiosamente, los guantes no forman parte de un mismo par, y uno de ellos está remendado debido a su desgaste, mientras que el otro está casi intacto.

El boxeo formaba parte de la rutina de entrenamiento habitual de los legionarios romanos para mantenerse en forma para el combate. La antigüedad de estas dos piezas que se exhiben ahora en un museo local, ha sido datada alrededor del año 120 de nuestra era.

Vicente Fernández López