Si ser bombero ya era de por si una profesión que implicaba correr riesgos, ahora un estudio realizado por la Universidad de Edimburgo, ha revelado la existencia de uno más. Y es que la profesión de apagar fuegos es nociva para la salud cardíaca.

Estudios previos habían revelado que los ataques al corazón eran la causa del 45% de las muertes entre bomberos en Estados Unidos y Gran Bretaña. Por eso, los investigadores escoceses tomaron muestras de sangre de varios de estos profesionales antes y después de una intervención. Además, los bomberos fueron equipados con sensores para monitorizar su actividad cardíaca.

Y lo que observaron fue que el calor generado por el fuego afectaba a su circulación sanguínea, aumentando hasta un 60% el riesgo de sufrir coágulos en la sangre.

Fuente: Telegraph.

Vicente Fernández López