Para algunas profesiones, la belleza puede ser un valor añadido. Pero, también hay algunas en las que sucede lo contrario, y puede resultar un handicap. Así lo revela un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Essex, en Gran Bretaña, según el cual la gente tiene a considerar que los científicos físicamente atractivos son menos fiables.
Los autores de la investigación pidieron a unos 3.000 voluntarios que valoraran los rostros de seiscientas personas de ambos sexos que trabajaban como investigadores en distintos ámbitos de la ciencia, y que las juzgaran en función de la credibilidad, la integridad moral, y el atractivo físico que transmitían. Y, a continuación, les pidieron también que calificaran su grado de interés hacia las investigaciones que los científicos estaban realizando.
Y el resultado fue que los voluntarios calificaron de forma mayoritaria como más fiables e íntegros a los científicos que los parecían más atractivos. Igualmente, también les apreció que las investigaciones que estos realizaban eran mucho más interesantes.
Los autores del estudio aseguran que estos resultados nos ayudarán a comprender un poco mejor como prejuzgamos a los profesionales y el trabajo que realizan. Y, además, afirman que puede tener consecuencias muy interesantes sobre la manera en la que se transmite y divulga la ciencia. ¿Cuáles? Actualmente es frecuente que se publiquen vídeos en los que los propios científicos explican al público el trabajo que realizan. Y pudiera ser que una imagen muy cuidada y atractiva pudiese provocar el desinterés de quien lo ve.
Pero, además, el estudio arrojó otros resultados curiosos. Como que el trabajo de los científicos de sexo masculino y, especialmente el de los de origen asiático, era percibido como más interesante que el del resto. Aunque, dado que las pruebas no estaban enfocadas a cuestiones de género y raza, hay que tomarlos con cautela.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López