Este robot, el séptimo de la serie Darwin desarrollada en el Instituto de Neurociencias de La Jolla (California), posee más de 20.000 conexiones neuronales unidas entre sí por 450.000 conexiones sinápticas, que imitan las que se producen en un cerebro humano.
Actúa por principios de evolución biológica, y no por un programa prediseñado. Aprende del entorno y cambia su actitud según lo aprendido.
Redacción QUO