El resultado del experimento anterior contrasta con el de otro realizado con voluntarios adultos.
Un grupo de personas visionó cómo otras jugaban a montar un Tinkertoy, un robot andarín, muy popular en EEUU, que aparecía en la película Toy Story.
Se escaneó la actividad cerebral de todos ellos (observadores y participantes activos), y se descubrió que las áreas en funcionamiento eran las mismas en ambos grupos.
Lo que llevó a los investigadores a deducir que ver a alguien hacer algo que luego has de repetir tú también es clave en el aprendizaje.
Redacción QUO