Trece años ha tardado la compañía chocolatera Barry Callebaut en conseguir desarrollar este dulce que resulta muy atractivo a la vista y que va a volver locos a los amantes del chocolate. Esta nueva variedad tiene un color rosaceo, pero no porque lleve añadido ningún tipo de aditivo o colorante, sino que es el tono natural que aportan los pigmentos de los granos de cacao de tipo «Rubí» que se cultiva en países como Costa de Marfil, Brasil y Ecuador. De ahí la importancia del mismo, ya que está hecho desde cero con este tipo de cacao y no deriva de otro ya existente.

En cuanto a su sabor, la compañía lo ha presentado como una mezcla equilibrada entre “toques afrutados de las bayas del bosque y un dulzor tremendamente delicado. En definitiva, un intenso deleite sensorial”. Tal y como cuentan quienes lo han probado, es difícil de concretar y cada paladar acabará destacando los diferentes matices de amargor, dulzor y sabor a leche. Toda una experiencia.

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El lanzamiento de este cuarto tipo de chocolate ha sido revelado al mundo en un evento en Shangai a principios de septiembre, y por el momento no se encuentra a la venta al público. De hecho, a pesar de que se han hecho ya pruebas de sabor entre numerosas personas a lo largo de estos últimos años, la empresa quiere ahora que sean los maestros chocolateros y los especialistas en el producto quienes comiencen a desgranar, nunca mejor dicho, esta nueva variedad. Se espera que experimenten con él y que abran su mente y paladar a nuevas sensaciones.

Por lo tanto, no creemos que tardemos mucho en descubrirlo en las estanterías de tiendas y supermercados.

Alberto Pascual García