“No bebas más que te pones contento”. La de veces que habremos escuchado esa frase cuando estamos tomando una cerveza tras otra. El caso es que usamos el término “contento” para referirnos a que nos estamos emborrachando, pero cierto es que se nota un halo de felicidad en nuestros rostros. ¿Por qué si bebemos cerveza podemos levantar más nuestro ánimo? ¿Qué tiene, que hace que estemos más felices?
La respuesta puede residir en un receptor clave de dopamina que ha encontrado un grupo de investigadores de la Universidad Friedrich Alexander de Núremberg, el cual estaba estudiando una base de datos de 13.000 moléculas encontradas en distintos alimentos y bebidas. El grupo quería encontrar aquellas que fueran capaces de activar un tipo de receptor en concreto, el D2, el cual ya se sabía que era capaz de interactuar con varios tipos de drogas sintéticas.
En esa búsqueda dieron con la hordenina, una sustancia que está presente en la malta y en la cerveza y que, curiosamente, también era capaz de interactuar con el D2. Al igual que la dopamina, era capaz de estimular el receptor provocando en el cerebro del sujeto una larga sensación de recompensa. Por lo tanto, alteran, de alguna manera, el estado de ánimo.
Eso sí, las cantidades de hordenina encontradas no son aún concluyentes como para asegurar que son las causantes de cambiar el estado de ánimo de las personas, pero al menos se sabe que esta sustancia podría jugar un papel importante. Y es que los efectos de una ingesta alta de alcohol, a largo plazo, pueden llegar a ser peligrosos. Así que a pesar de que puede haber un efecto marginal de dopamina, los efectos negativos siempre serán mayores.
Fuente: IFLScience
Alberto Pascual García