En el año 2015, arqueólogos de la Universidad de Cincinatti descubrieron cerca de las ruinas de Pilos la tumba de un guerrero micénico cuya antigüedad ha sido fechada alrededor del año 1300 adC. Desde entonces la sepultura se ha convertido en un yacimiento del que surgen valiosísimos hallazgos. El último de ellos es una piedra preciosa con un grabado que recrea una escena de combate, con asombroso realismo en sus detalles.

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En aquel preciso lugar se libró en el año 425 adC la batalla de Pilos, que enfrentó a Atenas y Esparta en el contexto de la llamada Guerra del Peloponeso. Pero dicho acontecimiento es bastante más moderno que la antigüedad que se atribuyen a las reliquias de dicha sepultura.

En esta tumba aparecieron los restos de un soldado al que se bautizó con el apodo de Guerrero Griffin, en referencia a varios objetos encontrados también en la tumba y en los que se reproducía la figura de un grifo. Esta criatura mitológica estaba considerado como un símbolo de autoridad, lo que hace suponer que el hombre allí enterrado debía haber ejercido algún tipo de mando.

Pero, ¿qué hecho bélico recrea el grabado encontrado? Resulta imposible saberlo pero, puestos a especular, podría tratarse del mismo conflicto que inspiró la leyenda de la guerra de Troya, y que aconteció en algún momento entre el 1500 y el 100 adC.

Vicente Fernández López