Cuantas veces habremos escuchado la expresión de «el soldado desconocido», en referencia a esos combatientes anónimos que fallecen en guerras, de las cuales solo perduran los nombres y los rostros de los generales y los altos mandos. Es más o menos sencillo poner rostro a muchos de esos soldado que combatieron en las contiendas más o menos recientes, gracias a los testimonios gráficos. Peor la cosa no es tan fácil cuando se trata de los que lucharon en batallas de la antigüedad. pues bien, ahora, un equipo de investigadores de la Universidad John Moores , ha logrado recrear el rostro de un soldado escocés muerto tras la terrible batalla de Dunbar, librada en el año 1650.
La reconstrucción se ha realizado a partir de uno de los treinta cráneos encontrados en 2013 durante unas excavaciones realizadas en la catedral de la ciudad inglesa de Durham. Unos restos que pertenecían a prisioneros escoceses de aquella contienda del siglo XVII.
La batalla de Durban se libró en el contexto de la guerra civil que enfrentó a Oliver Cromwell con el rey Carlos II de Inglaterra. Los escoceses eran aliados del soberano, y mandaron en su ayuda un ejército que fue derrotado por Cromwell. lLs ingleses hicieron unos diez mil prisioneros, que fueron enviados a la ciudad de Durham. Fue una marcha terrible, en la que la mayoría de los cautivos perecieron por el hambre y las penalidades. Solo unos cinco mil llegaron a su destino, y se calcula que otros tres mil fallecieron durante de su cautiverio. Y uno de ellos fue el hombre cuyo rostro ahora podemos ver por primera vez.
El análisis de su cráneo ha revelado también que debía de tener alrededor de veinte años cuando falleció, y que había sufrido desnutrición.
Vicente Fernández López