¿Y si en lugar de decirte “atento a esta ave” te pidieran que observaras el conejo de la imagen? La percepción varía en función de las indicaciones o sugerencias que recibas. Así, al menos, se desprende de un estudio realizado por Kyle Mathewson, de la Universidad de Alberta. Para este profesor del Departamento de Psicología, “esto demuestra que bastan unas pocas palabras para que nuestro cerebro analice la información en un sentido u otro”, explica. Con frecuencia interpretamos los datos de la manera que inconscientemente queremos. El trabajo de Mathewson, publicado en Perception, llama la atención sobre lo fácil que es manipular las sensaciones que las imágenes proporcionan.

Redacción QUO