En la Estación Espacial Internacional conviven americanos y rusos, y cada grupo recibe su propio suministro de agua. La que consumen los primeros contienen muy pocos minerales y está tratada con sal yodada, mientras que la de los segundos contienen más minerales. Además, los americanos reciclan su orina para obtener más líquido, mientras que sus compañeros no lo hacen.

Pero ha ocurrido algo imprevisto, y el agua que beben los rusos se ha vuelto repentinamente amarilla, lo que les ha obligado a beber la de sus compañeros americanos, mientras se descubría cual era la causa del incidente. Y, finalmente, las autoridades rusas ya saben a que se ha debido.

Al parecer los tanques de agua ya eran demasiado viejos, y se habían formado depósitos de minerales que causaron una reacción química responsable de esa coloración. Aunque el agua seguía siendo básicamente potable.

Fuente. IFL Science.

Vicente Fernández López