Cada nuevo análisis suma más evidencias a favor de que la llamada Sábana Santa de Turín, no envolvió el cuerpo de Cristo. Las técnicas de datación por radiocarbono ya fecharon su antigüedad en el período comprendido entre los años 1260 y 1390 de nuestra era. Pese a ello, esta reliquia continúa siendo venerada por numerosas personas que aún creen en su autenticidad.

Ahora, los investigadores Matteo Borrini, forense de la Universidad de Liverpool, y Luigi Garlaschelli, del Comité Italiano para la Investigación de las Pesudociencias, han realizado un nuevo análisis centrándose en las manchas de sangre del lienzo. Pero lo que han hecho ha sido analizar los patrones que siguen dichas manchas, y si corresponden con los de un cuerpo envuelto en la sábana.

Los investigadores usaron para su estudio sangre humana auténtica y también artificial, y comprobaron si los patrones de las manchas corresponderían con los del flujo del sangrado de las heridas que supuestamente sufrió Cristo en las manos, en el costado y en el resto del cuerpo.

Y los resultados han revelado que los patrones son absolutamente caóticos. Según los investigadores, los patrones del sangrado no son realistas, y no se corresponden con los que deberían haberse producido en el caso de que la sábana hubiera envuelto realmente el cuerpo de un hombre herido.

Los autores del estudio manejan, por tanto, la teoría de que la Sábana santa fue realmente alguna representación artística o didáctica de la muerte de Cristo realizada durante la Edad Media.

Fuente: ScienceAlert.

Vicente Fernández López