Son muchos los factores que influyen a la hora de hacerse amigo de una determinada persona. Pero está claro que compartir actividades y pasar tiempo con ella es uno de ellos. Pero, ¿hay un mínimo de tiempo necesario para poder llegar a ser amigo de alguien?
Para intentar averiguarlo, un investigador de la Universidad de Kansas realizó un experimento con un grupo de estudiantes recién llegados y que, por tanto, estaban conociendo gente nueva. Los investigadores realizaron un seguimiento de esas nuevas relaciones, dividiéndolas en cuatro categorías: conocidos, amigos ocasionales, amigos y amigos íntimos.
Los resultados mostraron que se necesitaba pasar una media de entre 40 y 60 horas con una persona para que se convirtiese en un amigo ocasional; entre 80 y 100 para que se convirtiese en un amigo de verdad, y doscientas o más para que llegase a ser un amigo íntimo y más especial que el resto.
Está claro que el tiempo compartido no es lo único que influye a la hora de establecer lazos de amistad con alguien. Por mucho que compartamos horas con una persona, si no hay cierta química, nunca saltará la chispa de la amistad. Pero el estudio deja claro que esa chispa también hay que trabajarla y que el roce durante un cierto período de tiempo, contribuye a que aparezca el afecto.
Fuente. IFL Science.
Vicente Fernández López