No todos los difuntos sirven para transformarse en vampiros.
Para ello, según las tradiciones ancestrales, es necesario cumplir ciertos requisitos.
Aquí tenéis una lista de los principales candidatos a convertirse en revinientes.
Los suicidas. Debido a que no eran enterrados en tierra consagrada. Las víctimas de “la maldición del siete”
Las víctimas de «la maldición del siete». El séptimo hijo varón o el séptimo hijo de un séptimo hijo.
Quienes practican el mal. Ciertos brujos y brujas, los asesinos y la gente de vida disoluta en general.
A causa de la hechicería o del mal de ojo.
Ser atacado en vida por un vampiro y ser “infectado” por él.
Los cadáveres impuros. Los cuerpos de aquellos difuntos que por descuido de sus familiares han entrado en contacto con gatos negros y otros animales tradicionalmente rodeados de una aureola supersticiosa.
Redacción QUO