Busco a Papá oso.

En 2010, la británica Liz Everett organizó esta campaña para encontrar a los dueños de este ejemplar extraviado en una tienda de Suffolk. Pero nunca aparecieron.

De occidente a oriente.

Los Teddy Bears ya son internacionales. En Japón los fabrican con ojos de manga y equipados con iPod.

TED, el oso gamberro

Es procaz, mujeriego y bebedor. Pero no estamos hablando de una persona. Es el muñeco que este verano ha conquistado las taquillas mundiales con esta comedia. ¿Le robará también el bicho el Oscar a Mark Whalberg?

Plantígrado papal.

¿Sueñan los ositos con dioses de peluche? Sinceramente, dudamos que tengan una visión religiosa de la vida. Pero en 2011, en Berlín vendían este por la visita de Benedicto XVI.

¡Papá, no corras¡!

Tal vez ese fuera el mensaje que quería transmitirle su hijo al piloto de este Boeing cuando le regaló este juguete para la cabina.

El primer Teddy Bear

En 1902, el presidente Theodore “Teddy” Roosevelt, se negó a disparar contra un oso indefenso que le habían preparado como blanco. La imagen fue satirizada en esta viñeta. Un fabricante de juguetes de Nueva York, Morris Michtom, la vio e hizo un muñeco igual que el del dibujo. Se vendieron centenares.

Listo para el quirófano…

Un muñeco espera su turno para ser reparado en el Hospital de Juguetes de Nueva York. En dicho centro, abierto en 1900, restauran cientos como este cada año. Además, es el único hospital donde nunca muere nadie.

Los ositos van al cielo.

Y se convierten en plantígrados angelicales como este, creado por el artista cubano Rodney Batista Herrera.

El fetiche extraviado.

En abril de 2011, el escultor Urs Fisher expuso en Nueva York esta pieza gigante. Un homenaje al oso de peluche que, siendo niño, perdió en las calles de la ciudad. La pieza se vendió posteriormente por ¡10 millones de dólares!

Los osonautas.

MAT y KMS. Así se llamaban los primeros peluches que dieron un paseo espacial. Un equipo de la Universidad de Cambridge los puso en órbita en 2008, a 32 km de altitud, gracias a un globo de helio equipado con cámaras.

Juguete para roedores

Las ratas no son muy populares; tienen fama de ser sucias y peligrosas. Pero la fotógrafa americana Jessica Florence demostró que tienen un lado tierno fotografiando a su mascota abrazada a un osito. La sorpresa fue que la criatura se encariñó tanto con el juguete que no se separó de él.

El rey de la subasta

Este oso pertenece a una colección que se vendió en la casa Christie’s de Londres por casi dos millones de euros. Pertenecía a Paul Greenwood, un financiero acusado de fraude.

¡Están detenidos!

A primera vista puede parecer que la policía de Cambridgeshire ha hecho una redada de “tipos peligrosos”. Pero en realidad son los juguetes que llevan para reducir el estrés y la tensión de los niños que se ven envueltos en un accidente de tráfico.

Qué Rayos (X) hago yo aquí…

Ni ellos se libran de pasar por el escáner de los aeropuertos. El de la foto está limpio, pero otros esconden desagradables sorpresas. Como uno que detectaron en 2008 en Orlando, Florida, con una pistola dentro.

El teddy mula.

¿Quién va a sospechar de su inocente mirada? Eso debieron pensar los traficantes que escondieron droga en este muñeco, al que le está haciendo la “cesárea” un agente de aduanas del aeropuerto de Sídney.

La dominatrix osezna.

Exhibida en un museo de Zúrich en 2005, al final la retiraron porque decían que podía ofender a los niños. ¡Angelitos!

El ecoosezno.

El juguete como arma reivindicativa. Este “oso polar” con un letrero que decía “Cansado de no avanzar”, fue colocado por unos activistas en Poznan (Polonia) durante una cumbre de la ONU sobre cambio climático en 2008.

Símbolo de la inocencia

También han llegado a las zonas de conflicto; como el que le regalaron a este niño afgano unos soldados americanos.