Las esculturas más raras

Tocar el cielo

Aunque parece de la misma arena de la que emerge, esta pieza de 11 metros de altura hecha por Mario Irarrázabal en pleno desierto de Atacama, está fabricada en hierro y cemento.

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Walking to the sky (Paseo al cielo) es el título de esta escultura de Jonathan Borofsky en pleno Rockefeller Center (Nueva York). Su intención es representar a las almas de las víctimas del 11-S subiendo hacia su destino.

El árbol de los semáforos

Una obra del artista francés Pierre Vivant (1998). Su estructura imita el aspecto de los árboles que lo rodean en Docklands, junto a Canary Wharf (Londres), donde está expuesto. Está realizado con 75 semáforos reales.

El hombre de burbujas

Bajo el título Molecule Man, esta escultura de treinta metros está situada en Berlín (Alemania) frente a la sede de la compañía de seguros Allianz. Su estructura de burbujas (moléculas) recuerda a las figuras oníricas de Dalí.

Agujero negro

Este trasero “con vistas” es obra del escultor checo David Cerny. Forma parte de la exposición permanente de la galería Futura, en Praga. Considerado un artista polémico, su última obra representa a un Sadam Hussein en una pecera, ahorcado.

Monstruo en el lago

En pleno lago Neuchâtel, frente a la localidad suiza de Yverdon-les-Bains, sobresale esta cabeza de vaca de color rojo que formó parte de la Exposición Nacional Suiza que se celebró en 2002.

¿Quiénes son?

Sculpture by the sea es una exhibición de arte moderno que tiene lugar cada año entre las playas de Bondi y Tamarana en Sydney (Australia). Estas son obra del artista australiano Rochie Kauhaupt.

Dentro de una cabeza

Una figura que recuerda a las creadas en la Antigua Grecia, obra del polaco Igor Mitorac y expuesta en las calles de Vigo.