Ligamentos

Esos “grumos” blanquecinos que aparecen en la clara son los ligamentos que la mantenían unida a la cáscara y una señal de que el huevo es fresco.

Poner Aceite

Entre 125 y 140ºC, temperatura ideal, sin que hierva. Ha de ser abundante, para que el huevo flote y no se pegue.

Freír

La clara se coagula a unos 65ºC, temperatura que coge el aceite al echar el huevo. La yema, más densa y rica en lípidos, necesita más, 68ºC. Pero para un buen huevo frito, no dejes que esto llegue a ocurrir.

Salpicar

El interior de la clara se cocina con el calor que viaja desde el borde (por conducción). Por eso, hay que salpicar la parte que no está en contacto con el aceite.