Las gafas de sol

Las gafas de sol diseñadas como si fueran persianas venecianas surgieron en Inglaterra en 1950. Al principio esta moda no cuajó, pero revivió décadas después, en 1980, debido a que daban una apariencia futurista y psicodélica.

Deme ‘arrrgo pa’ un café

Aunque solo tengan dos manos, los botones de hotel no tendrían problemas para pedir la propina, pese a ir cargados de maletas, gracias a este diseño patentado por Russell Oakes en 1949. Consistía en una mano artificial conectada a un “cepillo” para pedir la voluntad.

El hombre chimenea

En 1950, el inventor Robert L. Stern, gran amante del tabaco, diseñó varios modelos extravagantes de cigarrillos. Como este, que permitía fumar un paquete entero.

 

La sauna portátil

Este modelo, patentado en 1962, fue elegido por
la revista Life como uno de los veinte inventos más tontos
del siglo XX.

Un baño trasero

Lavarse la espalda es algo que siempre hacemos a ciegas. A excepción de quienes compraron este artilugio que se puso a la venta en los supermercados de Los Ángeles en la década de 1950. Consistía en un cepillo plegable que, gracias a un sistema de espejos, permitía a la persona ver cómo se frotaba su propia espalda.

¡Cuidado, que pellizco!

Antes de que el gorro de cuernos de alce inundara nuestras calles en fechas navideñas, Mark & Spencer lanzó en 1945 este sombrero con forma de cangrejo. La idea era usarlo como broma el April Fools’ Day, la versión británica del Día de los Inocentes.

El abuelo del GPS

Pasmado se quedó el individuo de la foto al ver, en 1964, esta antena que formaba parte de un primitivo sistema de posicionamiento por satélite instalado en Florida. El invento era bueno, pero, por su tamaño, muy poco manejable.

El tenedor giratorio

Comer espaguetis sería coser y cantar si hubiera triunfado este diseño de Russell Oakes, consistente en un cubierto
rotatorio que enrollaba los fideos.

Tiene huevos la máquina

La Egg-O-Matic vera una máquina expendedora creada en 1960 por el ingeniero británico Reginald Carter. Metías tu moneda y en lugar de tabaco te soltaba media docena de huevos.

La peluquería de alaska

En 1930 se presentó en la White City Fair de Londres este aparato para teñir el pelo. Funcionaba como una especie de coctelera que mezclaba los tintes y los distribuía por la cabeza por medio de varios tubos. El resultado era demasiado punk para su época.

La mujer palmípeda

Aunque lo parezca, esta dama no ha sufrido ninguna mutación. Lo que le ocurre es que luce unos guantes de natación diseñados en 1913, que mantenían las manos secas mientras te dabas un chapuzón. Muy prácticos para mujeres con la manicura recién hecha, pero poco estéticos.

¡Qué caliente está la sopa!

Pues nada, a enfriarla con esta cuchara ventilador inventada en 1948 que llevaba unas aspas para refrescar el caldo.

¡Quieto ahí, chucho!

Que la cadenita del perro es una horterada era algo que tenía bien claro quien inventó en 1940 estas tenazas para sujetar a la mascota.

Una ‘habitación con vistas’.

 En 1973, unos diseñadores alemanes presentaron este prototipo llamado Panoramic Pram. Un cochecito de bebé con pantalla transparente de plástico que permitía al niño ver lo que sucedía a su alrededor, a la vez que le mantenía aislado de la contaminación y las inclemencias
del tiempo.

Utilitario para jubilados

El Pepe Isbert de El cochecito no habría tenido que comprarse un vehículo para inválidos si hubiera triunfado este invento patentado por el español Fernando Ruiz Luciarte. El diseño, llamado Oto-Pedal, consistía en un típico cochecito de pedales para personas de edad avanzada.