Tejiendo a toda máquina
Agata Oleksiak es una artista polaca considerada la reina del ganchillo. Su proyecto más ambicioso fue “vestir” esta locomotora con vagones en la estación de Lodz. Necesitó dos años para confeccionar el manto de croché y cuatro días para colocarlo.
Con un par…
Entre los aficionados al ganchillo destaca el amigurumi, tendencia nacida en Japón que consiste en tejer réplicas de alimentos. Como este huevo frito.
El primer parque infantil de ganchillo ha sido creado por la japonesa Toshiko Horiuchi en Sapporo. Para completar su obra, la artista estuvo tejiendo diez horas diarias durante tres años.
Menú vegetariano
Zanahorias y vainas de guisantes tejidas por Cara Medus. Al igual que los peluches tradicionales, una vez tejidas, las figuras de amigurumi se rellenan con algodón o silicona.
Solo falta el perrito
Si Andy Warhol pintó un bote de kétchup, ahora la británica Kate Jenkins ha “tejido” este de mostaza.
Me aburre la rutina
Eso parece estar pensando el modelo de esta pieza de Agata Oleksiak. La artista afirma que: “Trabajo seis días a la semana, tejiendo doce horas al día. No es una labor sexy”.
Obras callejeras
Más de mil ovillos y la colaboración de 80 voluntarios necesitó la artista callejera Agata Oleksiak para cubrir con croché esta excavadora. La pieza se exhibió en la ciudad de Katowice.
¿Está libre?
Otro trabajo de la diseñadora polaca que transforma cualquier cosa gracias al ganchillo. Desde un simple mensaje de texto a un televisor, pasando por este típico taxi londinense y su ocupantes.
Esconder la realidad
Agata Oleksiak ha creado un patrón de ganchillo que ha bautizado como Camuflaje, y en el que recrea el retrato de Keith Haring hecho por la prestigiosa Annie Leibovitz en 1987. Su espectacular resultado salta a la vista en esta imagen. La artista confiesa que es un homenaje a sus escritores favoritos, Dostoyevski, Bulgákov y Nabókov, expertos según ella en: “Camuflar y esconder tras relatos de ficción despiadadas críticas a las sociedades en las que vivieron”.
Aquí no hay línea
El Hotel Pelirocco de Brighton tiene una suite dedicada al ganchillo. La decoradora Kate Jenkins confeccionó las piezas del mobiliario con lana. Por supuesto, este teléfono no recibe llamadas.