El famoso dibujante, pintor y escultor suizo ha muerto.
Los aficionados le recordaremos siempre por su más famosa creación: el monstruo de Alien, el octavo pasajero.
Pero Giger deja una obra inmensa que ha cautivado a todos los amantes de la fantasía y el horror.
Os invitamos a un pequeño paseo por sus mundos de pesadilla.
En su obra podemos encontrar la influencia de artistas de tendencia como Ernst Fuchs, Jean cCocteau y Salvador Dalí.
Una de las constantes de la obra del escultor y dibujante, es la fusión entre la carne y el metal, de la que surgen turbadoras figuras.
El artista realizó los story boards de una de las películas no filmadas más célebres de toda la historia: una versión de Dune que en 1975 iba a dirigir el chileno Alejandro Jodorowski, y en la que Salvador Dalí tenía previsto a interpretar al emperador galáctico (cuyo trono iba a ser un inodoro). El filme, que prometía alcanzar altísimas cotas de delirio y psicotronía, fue cancelado antes de iniciarse la filmación. Solo nos han quedado los diseños de Giger para tratar de imaginar como habrían sido sus decorados.
Giger era adicto al opio. Cuando le preguntaron el origen de su adicción, respondió que tomaba drogas para pdoer soportar las terroríficas visiones que le asaltaban con frecuencia.
Giger relataba como encontraba inspiración en sus tortuosas pesadilla. Algunas se le repetían de modo obsesivo, como una en la que se veía a si mismo buceando en un mar de algas que posteriormente se transformaban en gusanos.
Su creación más célebre fue diseñar el extraterrstre del filme de Ridley Scott. Aquí vemos otro de los bocetos que realizó para la mítica película. Concretamente es el cadaver del alienígena momificado que los astronautas del Nostromo encuentran al aterrizr en el planeta.
Además de Alien, creó las terroríficas criaturas de Poltergesit y Species. También diseñó portadas de discos para diversos grupos de heavy y rock duro.
Otro de sus trabajos más conocidos fue ilustrar el Necronomicón, el célebre e imaginario tratado ocultista inventado por la fertil imaginación de H. P. Lovecraft.
Así eran los gusanos del desierto que el creador suizo diseñó para la versión de Dune que Jodorowski trató infructuosamente de rodar. La película se filmó finalmente en 1984 y fue dirigida por David Lynch. De los diseños que Giger aportó al proyecto original, éste fue el único que acabó utilizándose.