No hace falta ser adivino para saber que una de las actividades que harás este verano será ver un partido de fútbol y, si España llega a la final del Mundial de Brasil, ponemos la mano en el fuego al asegurar que lo verás. El 87,2% de los españoles siguió la final de la Roja hace cuatro años en Sudáfrica; tú entre ellos. Las estadísticas son una herramienta científica que ayuda a predecir comportamientos sociales, y si hay algo que le ocurre a la mayoría… al menos prepárate para vivirlo. De ver fútbol no vas a escapar este verano, y de beber cerveza, probablemente, tampoco.
El consumo de cerveza y refrescos con la familia y los amigos aumenta con la excitación que provoca gritar un gol y animar a tu equipo. Y en caso de que ganase nuestra Selección, el gasto llegaría a nada menos que 75 millones de euros, según la consultora Nielsen.
El sol cambia tus deseos
Aunque el fútbol es una de esas cosas que el hombre antepone al sexo, el erotismo típico del verano asomará con la llegada del calor. Diversos estudios muestran que con el extra de luz nos ponemos a segregar estrógenos y andrógenos, porque se estimula, quieras o no, una glándula cerebral, la epífisis, la responsable de un veraniego cóctel de hormonas que no solo hará que estés más sexual, sino que además hará que te sientas anímicamente más optimista.
Tanto es así que la agencia de viajes danesa Spies Rejser ha pensado que las parejas necesitan una escapada romántica para impulsar la natalidad del país, actualmente la más baja en 27 años. “Hazlo por Dinamarca”, dice su slogan, consciente de que, según demuestran las estadísticas, el 10% concibe en vacaciones y de que la mitad de la población tiene mayores encuentros sexuales en época de asueto. Como premio, la agencia ofrece un “cupón de ovulación”. Si la pareja prueba que concibió durante las vacaciones, podrá ganar tres años de suministro de artículos para su bebé. ¿Qué te depara, entonces, el verano en cuestiones sexuales o amorosas?
El estudio estadístico de años anteriores nos garantiza que el corazón exigirá su particular peak end, es decir, una experiencia de máxima intensidad emocional. Una encuesta de tendencias sexuales realizada por el portal Sexologia.net muestra que, además de abrir el apetito sexual, el estío despierta las ganas de nuevas emociones, entre ellas la infidelidad. Los encuentros sexuales son más frecuentes e intensos, y salen a relucir las fantasías recurrentes: amor dentro del agua, sexo con un vecino, desliz con un extraño… Si en cualquier mes del año la venta de preservativos ronda los 9 millones, la cifra en esta época se aproxima a los 11 millones. Las aplicaciones para móviles facilitan opciones para todos los gustos: desde sexo casual hasta discretas aventuras extramatrimoniales. Las estadísticas dicen también que una de cada tres rupturas se produce durante el periodo postvacacional.
El psicólogo Juan Carlos Kusnetzoff, autor de Estrés y sexualidad. Relájate y goza, explica que el verano es también abono de fracasos sexuales precisamente por esa presión que a menudo acaba en eyaculación precoz, disfunción eréctil o falta de deseo. Lejos de amodorrarte por el calor, parece claro que las vacaciones tocan el interruptor del “todo más y mejor”: lucir un físico de escándalo, coleccionar sin medida amigos, amantes y experiencias vitales… O sexuales. ¡Demasiadas exigencias! “Es un ritmo artificialmente acelerado, como si a un león le hicieran ir a cámara rápida. Por eso, yo recomiendo que en vacaciones intentes hacer las cosas a cámara lenta, andar más despacio, comer lentamente y armonizar de nuevo con la naturaleza”, sugiere Rafael Santandreu, psicólogo y autor de El arte de no amargarse la vida.
Vacaciones en pequeñas dosis
¿Realmente sabes descansar o te neurotizas porque te exiges pasártelo bien y hacer algo emocionante? “Nos deberíamos decir: voy a intentar descansar, disfrutar… pero si no lo consigo, no pasa nada. El cambio de actividad y el hecho de no trabajar ya es suficiente descanso para la mente”, añade Santandreu. Al menos, de todas las pautas aconsejables hay una que seguramente cumplirás: tomarás las vacaciones en pequeñas dosis varias veces al año, suficientes, como indica la psicóloga Amparo Calandín, para recargar energía y aliviar el estrés. “Es la forma más beneficiosa de disfrutarlas y de sufrir menos trastornos. Una duración de diez o doce días sería también un tiempo perfecto para desconectar sin que la vuelta sea complicada”.
Los estudios estadísticos también vaticinan que este verano será muy bueno para el turismo gracias a la bonanza de los mercados europeos, especialmente el alemán y el británico. Es muy probable, por tanto, que topemos con algún inglés en plena melopea. El 60% de los británicos se emborracha cinco días por semana durante sus vacaciones en España, según el European Institute of Studies on Prevention.
Verás más cometas en el cielo
También los astros tienen su pronóstico para los días de estío. Marte y Saturno se irán aproximando hasta alcanzar el 27 de agosto una distancia mínima de cuatro grados, que podremos ver a la hora del crepúsculo, según las previsiones del Observatorio Astronómico Nacional. Venus estará visible antes del amanecer y a mitad de verano se unirá Júpiter. La lluvia de las estrellas de las Perseidas sucederá hacia el 12 de agosto, aunque la luna llena dificultará su visión. No asistiremos, sin embargo, a ningún eclipse. Aunque en fechas cercanas a la luna nueva (27 de junio, 26 de julio y 25 agosto) es probable que veamos algún cometa nuevo.
Pero por encima de todo, los especialistas como Amparo Calandín recomiendan: “Vivir el aquí y el ahora, con actividades ajenas a nuestros problemas cotidianos para luego retomar la rutina con las pilas cargadas”. Aunque lo cierto es que casi nadie se resistirá a consultar el correo del trabajo. Por eso, la Sociedad Española para el Estudio del Estrés señala que dos de las causas de ansiedad en uno de cada cuatro españoles son económicas o laborales. Incluso en vacaciones.
Sea como fuere, el verano acabará, y hay una probabilidad alta (de un 35%) de que sufras estrés postvacacional. Tranquilo: a los 15 días se pasa.