No vamos a ponernos en plan tecnófobo y a afirmar que el móvil o las tablets son herramientas diabólicas que están destruyendo nuestra convivencia. Pero está claro que si se abusa de ellas, las nuevas tecnologías pueden crear una dependencia que, paradojicamente, nos lleve a vivir más incomunicados. El fotógrafo Eric Pickersgill lo ha plasmado de forma inmejorable en esta serie de fotos que ilustran los efectos de esa tecnoadicción y como afecta a las relaciones personales.