Es indudable que Nueva York ha sido siempre una ciudad muy fotogénica. Pero también lo es el hecho de que un buen fotógrafo es capaz de lograr que cualquier urbe sea más hermosa en fotos que en la vida real. Y eso es precisamente lo que ha conseguido Franck Bohbot con esta serie de imágenes, en las que Nueva York luce más cinematográfica que nunca. Las instantáneas transmiten un colorido, un brillo y una atmósfera que, lamentablemente, jamás percibiríamos con tanta intensidad sin la intermediación de su cámara.