Fargo es una ciudad de Dakota del Norte, que se hizo mundialmente famosa gracias a la película del mismo título que rodaron los hermanos Coen. Pero en Estados Unidos, dicho lugar ya era de sobra conocido por dos razones: por sus crudísimos inviernos, y la particular idiosincracia de sus habitantes, que los convirtió en objeto de chanzas de todo tipo por parte de sus compatriotas. Vamos, que Fargo venía a ser como la versión estadounidense de nuestro Lepe.

Pero Fargo atesora entre sus calles una joya única. Su cine. Esta considerado el último que queda el mundo con su peculiar estilo art deco, propio de los años de las películas del cine mudo. Quedan otros parcialmente parecidos, pero ninguno tan puro como este.

La sala se inauguró en 1926 y se conserva igual que entonces. Incluso aún puede verse la pianola con la que un músico local ponía banda sonora a las cintas silentes.