Esta práctica surrealista es una tendencia en el país nipón. La técnica consiste en introducir a adultos en una gasa gigante y envolverlos, imitando de esta forma la postura fetal.
¿Sus fines? Luchar contra problemas físicos y psicológicos. Afirman que ayuda a ganar flexibilidad, mejorar la postura, liberar tensiones y estrés y superar diversos miedos personales. Según Nobuko Watanabe, la matrona de Kyoto que ha ideado esta técnica, la postura fetal ayuda a las madres recientes a recuperar su musculatura y la agilidad.
Aunque las madres que han acudido a estas clases declaran sentirse mejor, quiroprácticos como Shiro Oba se muestran muy escépticos y recomiendan acudir a un médico para superar los dolores del postparto. Según sus propias palabras: «puede haber casos en que las personas con asma pueden respirar con más facilidad en esa posición, pero una vez la tela se ha cerrado, no sirve de nada. Quitando ese detalle, no puedo pensar en cómo las personas pueden beneficiarse de esto, incluso viéndolo como una forma de reflexología o ejercicio».
Fuente: designyoutrust.com