Sabes cómo cocinar un filete bien jugoso? Seguramente tu madre, tu cuñado o incluso en ese programa de cocina de la tele te hayan dicho que uses una sartén o plancha muy caliente, y tuestes la pieza de carne por los dos lados para “sellarla”. Así es como la caramelización de la superficie crea una capa impermeable y evita que se pierdan los jugos de la carne. Georges Auguste Escoffier, padre de la cocina francesa moderna, “rey de los cocineros y cocinero de reyes”, recomienda este mismo método. Lo malo es que el gran Escoffier y todos los demás están equivocados.
El cocinero científico Kenji López-Alt en su cocina ultratecnológica
Kenji López-Alt es hijo de un microbiólogo de Harvard y nieto de un químico. Empezó estudiando biología en el prestigioso MIT, se graduó finalmente en Arquitectura pero, para gran disgusto de sus padres, terminó trabajando como cocinero. Sin embargo, el espíritu inquisitivo del científico no le abandonó, esta vez llevando a la desesperación a sus jefes en los fogones. ¿Es cierto que hay que freír las patatas a fuego lento primero y a fuego fuerte después? ¿Y si se hierven primero? ¿Es mejor poner la sal a los huevos revueltos antes o después? “Mi primera columna en mi blog era sobre los huevos duros. Cuando la escribí no tenía ni idea de que hubiera gente interesada en esto. Así que pensé, bueno, aquí van 3.000 palabras sobre los huevos duros, espero que al menos una o dos personas se lo lean hasta el final. Resulta que había mucha gente interesada, y he estado haciendo más o menos lo mismo desde entonces”, cuenta Kenji, ahora director culinario de SeriousEats.com, un sitio web donde las recetas vienen con una buena dosis de ciencia.
Esa pasión científica por los fogones está destilada en su libro “The Food Lab”, casi 1.000 páginas donde hablar de espárragos requiere explicar qué ocurre con la celulosa y los azúcares, un filete no se entiende sin la reacción de Maillard, una vinagreta es una emulsión y hay media docena de trucos para controlar la coagulación de las proteínas en los huevos, siempre con un tono divertido al tiempo que riguroso y apasionado por los sabores.
Es la cocina para geeks, los fanáticos de los laboratorios y, al mismo tiempo, de comer bien. Esta fascinación gastronómica para las personas inclinadas a la ciencia y la ingeniería no es nueva. Al fin y al cabo, una cocina es un laboratorio donde se usan ácidos, sales, calor y tiempo para producir reacciones químicas controladas. Ya en 1999 el canal de cable estadounidense Food Network, cuyos formatos han sido copiados en todos los países, lanzó el programa Good Eats, que mezclaba cocina, ciencia y humor, presentado por el carismático chef Alton Brown. El programa sigue en el aire y es uno de los más longevos de la cadena.
«El calibrador mide el grosor de la corteza de la patata, que se duplica al freirla dos veces»
Kenji López-Alt tiene claras las claves que atraen a los locos de la ciencia a la cocina y se lo explica a QUO: “Son dos cosas: internet y los cacharritos. Siempre ha habido instrumentos, pero ahora son electrónicos. Ollas a presión, baños para cocinar al vacío, termómetros, etc., que además están a precios de gran consumo. Y, aunque todo empezó en televisión con Alton Brown, ha sido internet la que realmente ha acercado la cocina a los geeks y los científicos”.
La cocción al vacío, también conocida por el término francés sous-vide, es una de estas pequeñas revoluciones. En lugar de calentar un asado por fuera sobre el fuego, calculando a ojo cuándo alcanza la temperatura interna adecuada, se sella la pieza de carne en una bolsa de plástico al vacío y se sumerge en un baño de agua a la temperatura final. Basta esperar unas horas para que el alimento esté cocinado al punto perfecto. Cuando Ferran Adrià y otros chefs lo popularizaron hace años, un circulador para la cocción al vacío era un instrumento de laboratorio, grande y pesado, que costaba miles de euros. Hoy se puede comprar un pequeño electrodoméstico que hace lo mismo por menos de 200 euros.
La máquina a vapor
Kenji López-Alt ve así la cocina doméstica del futuro: “Creo que los baños para cocinar sous-vide o los hornos de vapor que ofrecen la misma precisión se convertirán en un estándar en todas las cocinas. Seguramente hoy el horno de tu casa tiene
un modo para pizza o para pollo. Pero controlando con precisión la temperatura y la humedad puedes tener un botón que diga ‘filete poco hecho’, o ‘salmón al punto’, que no se basa en aproximaciones, sino que acierta con el resultado todas las veces. Para la gente ocupada que come en casa, es tener la comodidad de las cenas de microondas, pero con comida fresca y bien cocinada”.
Las sous-vide permiten cocinar a muy bajas temperaturas durante mucho tiempo
Pero investigar qué hace más deliciosa la comida no quiere decir armarse con tecnología. Hay mucha ciencia en las técnicas tradicionales, y Kenji se confiesa un fanático del simple mortero. “Es el instrumento para preparar la comida más grande de la historia, y me gustaría ver uno en cada cocina. Extrae más sabor de las hierbas que el cuchillo o la picadora. Tritura las especias mucho más rápido que un molinillo eléctrico, si tienes en cuenta lo que cuesta montarlo y limpiarlo. Crea pesto y curry con texturas suaves y emulsionadas que no se pueden conseguir de ningún otro modo. Los morteros son increíbles”.
«Un mortero consigue salsas mejor emulsionadas que cualquier otro método»
A veces la ciencia confirma lo que nuestras abuelas sabían, pero lo interesante comienza cuando el experimento le lleva la contraria a la tradición y consigue resultados superiores. Para su libro, Kenji López-Alt no se detuvo a la hora de hervir 24 huevos a intervalos de 30 segundos para comparar texturas, o de medir la pérdida de humedad de dos filetes, uno sellado de la forma tradicional y otro cocinado lentamente. ¿El resultado? El filete cocinado a la manera tradicional perdía más humedad, ya que necesitaba más calor durante más tiempo.
Aún así, Kenji admite que en la cocina hay otros poderes en juego: “Creo que es perfectamente válido que la gente cocine un filete siguiendo el método que su chef, su padre o su madre les enseñaron. Incluso aunque yo pueda decir que obtendrás un punto mejor con otro sistema, a veces eso no importa. Mi consejo es que nunca lleves la contraria a quien tiene el cuchillo”.