Hay muchos motivos para ir a la playa. Darse un baño y tomar el sol son los dos principales. Aquí no creemos en monstruos ni en fenómenos paranormales, pero eso no quita para que siga teniendo su atractivo ir a sitios como el Lago Ness o pasar una noche en un castillo encantado poblado por fantasmas.

Y hablando de fantasmas, los espectros no solo están vinculados a los castillos escoceses. Las leyendas los sitúan prácticamente en cualquier lugar, y las playas no son una excepción. Aquí, recordamos cuales son las dos playas supuestamente encantadas más famosas del mundo. Dos lugares que todo amante del misterio debería visitar.

Playa de Xiau Liuy Chiu

Está situada en una pequeña isla al sur de Taiwán. La leyenda cuenta que tras la caída de la Dinastía Ming, un rico comerciante y su hija, que huíanjunto a sus sirvientes de los disturbios que asolaban parte de China, intentaron esconderse en una de las numerosas cuevas que hay en los acantilados cercanos. Pero sus perseguidores les alcanzaron y los masacraron a todos.

Varios siglos después, se dice que los tripulantes de un barco holandés que naufragó en la isla, también se refugiaron en sus cuevas, pero perecieron por el hambre.

Se dice que hay más personas muertas en esa isla, que vivas. Sea como sea, las leyendas locales advierten de que es mejor no acercarse a esas cuevas. Que los fanatsmas de los fallecidos moran en ellas, y que quien se avecina en su interior no vuelve a ver la luz del día.

Playa de Dumas

Se encuentra situada al oeste de India, en la costa del mar arábigo. Hasta casi la mitad del siglo XX, fue un lugar reservado a la cremación de cadáveres, cuyas cenizas eran esparcidas por el viento. Y esa es una de las causas de que su arena sea tan oscura.

Los lugareños cuentan que en este lugar es frecuente ver la aparición de bolas de fuego en el cielo, que el viento trae voces desde el más allá, y que incluso de noche se puede ver la aparición de misteriosas figuras oscuras con forma humana.

Dicen incluso que algunos perros enloquecen al acercarse a este lugar, y que nadie ni nada puede obligarles a entrar en la playa.