Las mujeres pre-neandertales de hace 400.000 años pesaban alrededor de 100 kilos de media. Así eran las antepasadas de los neandertales que vivieron en Atapuerca   

Imagen superior: Representación de una pareja de neandertales. / José Antonio Peñas (SINC)

«Las mujeres que habitaron la Sima de los Huesos, en Atapuerca, pesaban una media de 100 kg, quizá un poco menos que los hombres», explica Rebeca García González. «Sus cuerpos eran más robustos que los nuestros, con una estatura media similar a la de las mujeres actuales».

Hablamos con Rebeca García González con motivo de nuestro encuentro en Casa Mediterráneo (Alicante), sobre la Mujer en la Prehistoria. Rebeca es profesora de paleontología en la universidad de Burgos. Su faceta investigadora está vinculada a Atapuerca desde hace 20 años y estudia el esqueleto postcraneal de los individuos encontrados en la Sima de los Huesos.

La entrevista completa en este vídeo

La Sima de los Huesos es un yacimiento muy especial datado en torno a los 430 mil años. Allí han recuperado unos 7000 fósiles que pertenecen a restos humanos de una misma especie. Un yacimiento sin igual en el mundo, por la gran acumulación de restos humanos. “Sabemos por la dentición que hay al menos 28 individuos, tanto mujeres como hombres, y algunos individuos juveniles y niños”, explica Rebeca.

Hablamos de Homo heildebergensis, pobladores de la Tierra en el Pleistoceno Medio, sus restos tienen en torno a 430 mil años de antigüedad. Ellos dieron lugar a los neandertales, nuestra especie más cercana.

¿Cómo podéis diferencia si se trata de mujeres o de hombres?

Cuando hacemos un estudio de un esqueleto  actual de nuestra especie, podemos diferenciar si es mujer u hombre porque sabemos que en nuestra especie hay un claro dimorfismo sexual. La pelvis de la mujer de nuestra especie está adaptada al parto, y es muy diferente a la del hombre, eso entre otros ejemplos, como la base de la unión de algunos huesos, como el fémur.

En nuestra especie, la mujer pesa menos que el hombre por término medio, así que esa zona del hueso que tiene como función la distribución del peso, en los hombres es más grande. Pero, ¿qué ocurre si tenemos que determinar el sexo en una especie distinta a la nuestra? ¿Tendrán ellos los mismos patrones de dimorfismo que nosotros? Ese fue el primer dilema que nos encontramos con los restos encontrados en la Sima de los Huesos.

En estatura son parecidos, medían entre 1,60 cm y 1,70 cm. Más o menos la media de los humanos. Sin embargo, eran mucho más robustos

¿Y encontrasteis diferencias?

De los individuos de la Sima de los Huesos sabemos que su morfología corporal es distinta a la nuestra. En estatura son parecidos, medían entre 1,60 cm y 1,70 cm. Más o menos la media de los humanos. Sin embargo, eran mucho más robustos. Eran muy diferentes a nosotros en anchura y en peso corporal. Su peso promedio estaría en torno a los 100 kg, que es un peso enorme.  Y las mujeres quizá un poco menos, pero también eran muy robustas y pesadas en comparación con las mujeres de nuestra especie. También pesaban 100 kg de media. Quizá un poco menos, pero no mucho.

Así, todas las estructuras óseas de sus esqueletos, asociadas con la transmisión del peso, son muy grandes. Por lo tanto esto ya no nos sirve para diferenciar a priori mujeres de hombres.

¿No hay ningún esqueleto completo?

No tenemos ningún esqueleto completo. Tenemos húmeros, fémures, etc, pero no hay un esqueleto completo. Así que, para empezar, lo que tuvimos que averiguar es si en ellos había o no diferencias entre mujeres y hombres, es decir, si había dimorfismo sexual. Para ello, cogimos todos los huesos que tenemos en la Sima y mediante una técnica estadística vimos que el grado de dimorfismo sexual es el mismo que en nuestra especie, pero desplazado. Es decir, entre mujeres y hombres había el mismo grado de dimorfismo sexual que entre nosotros, pero teniendo en cuenta que todos ellos son más grandes. Es decir, que un fémur de una mujer Homo heildebergensis podría parecernos de hombre si lo comparamos con nuestra especie.

Bajo esta premisa fuimos  determinando el sexo,  y  hoy ya sabemos que el número de mujeres y de hombres de la Sima de los Huesos estaba equilibrado. Las mujeres de la Sima eran más grandes que nosotras, más corpulentas, más robustas, con huesos más pesados…

100 kg es una barbaridad. ¿Nuestras antepasadas también pesaban eso?

El peso medio de aquellas mujeres estaba  en torno a los  100 kg, con cuerpos mucho más anchos y más pesados que el nuestro. De hecho, ese morfotipo fue heredado por los neandertales, que redujeron su estatura, así que aún eran más robustas. Pero no fue así en nuestra especie. Nosotros somos los humanos light, nuestra morfología es rara dentro de los humanos, la de los neandertales es lo habitual del género Homo, nosotros somos los que hemos cambiado en la evolución esa morfología.

Cómo llegaron aquellos 28 individuos a la Sima de los Huesos

Sabemos que los cuerpos llegaron enteros. Para llegar a la sala donde se encontraron hay que andar medio kilómetro de cueva, y subir una sima. Así que ellos entraron por otro lugar que aún no se ha encontrado. La sala es muy pequeña, y sabemos que llegaron enteros porque hemos recuperado todos los huesos del cuerpo, desde la falange más pequeña del pie hasta los huesecillos del oído. Hemos recuperado todo. Si hubieran sido arrastrados por una inundación o una catástrofe natural solo tendríamos los huesos grandes, los pequeños, como los de la muñeca, se habrían perdido.

¿Pudieron ser cazados por animales?

La paleontóloga y compañera Noemí Sala ha demostrado que no han sido depositados por carnívoros. También sabemos que no vivían allí. Solo hay restos humanos, no hay restos de industria lítica ni huesos de herbívoros que hubieran cazado y comido. Sí que hay también restos de osos, pero sospechamos que caían a la sima cuando hibernaban, y sus restos no están mezclados. Así que solo hay huesos humanos y lo único que aparece que no es humanos es un bifaz muy especial, muy bonito de color, que llamamos Excalibur, y nos gusta pensar que es una ofrenda, pero no podemos demostrarlo.

 

Recreación artística de la ofrenda de Excálibur MEH

Recreación artística de la ofrenda de Excalibur MEH

A nosotros nos gusta  creer que los han depositado ahí otros humanos, que fue un enterramiento, eso traería consigo que estos humanos tendrían un comportamiento simbólico, que llevaban a sus muertos a un sitio que consideraban especial.  Pero realmente solo podemos decir que llegaron enteros, que no era un lugar donde vivían, y que no se ha encontrado evidencia de que los llevara otro agente que no fueran los humanos. Hay gente que dice que quizá los llevaron allí para que no olieran mal, y que no hay nada de esa parte bonita de que les hicieran un enterramiento. No sabemos por qué, pero lo cierto es que los dejaron allí.

¿Se han hecho estudios genéticos?

Sí, se han hecho estudios genéticos, de hecho el tope en antigüedad de la que se ha conseguido extraer ADN ha sido con restos de la Sima de los Huesos, y el estudio confirma la hipótesis de que están relacionados con neandertales y con denisovanos, esa especie que no sabemos muy bien lo que es. El ADN es una molécula orgánica que se degrada con el tiempo, así que hace cinco años era impensable que pudiera recuperarse ADN de huesos tan antiguos.

¿Los individuos de especie eran cazadores recolectores?

Sí, se puede saber si cazaban más o recolectaban más por estudios sobre su dieta. Las inferencias de la dieta en una población fósil las puedes hacer por el estudio del micro desgaste dental. Cuando masticas quedan marcas microscópicas y en función de lo que comes, si es carne, o raíces duras de vegetales, la huella en la dentición es distinta. Por eso sabemos que su dieta era bastante abrasiva y, en nuestra especie, una dieta abrasiva se asocia a una mayor ingesta de vegetales que de carne. Comían carne, claro, pero también tenían una ingesta de vegetales importante.  Así que posiblemente eran más recolectores que cazadores.

¿Y cómo era su comportamiento social?

Su comportamiento de pareja, de reparto de tareas y de labores debió ser muy parecido al de las actuales poblaciones de cazadores recolectores. Más adelante, cuando tengamos bien identificadas mujeres y hombres, podremos ver si hay marcas de usar la boca como tercera mano en hombres y mujeres. Eso podría decirnos si había o no diferencia en las labores que realizaban unos y otras, pero será un trabajo minucioso y llevará tiempo. Aun queda muchísimo por saber de ellos.