El piquerismo es el interés por apuñalar, perforar o penetrar la piel con objetos afilados, como cuchillos, alfileres o clavos como práctica sexual
En junio de 2007, un estadounidense de 25 años (Frank Ranieri) fue detenido en Nueva York acusado de agresión. Se le acusó de pagar grandes cantidades de dinero a al menos cinco mujeres jóvenes a cambio de pincharles las nalgas con objetos punzantes (bolígrafos, alfileres, clavos, etc.) mientras se masturbaba.
El deseo de cortar o pinchar la piel de otra persona es una parafilia conocida como piquerismo. Se cree que el asesino en serie Jack el destripador sufría de una forma extrema de piquerismo, que está asociada al sadismo.
En el otro extremo se encuentra el masoquismo, en el que las personas experimentan excitación sexual asociada a recibir dolor, a veces extremo, maltrato o humillación. Las conductas asociadas al masoquismo sexual pueden realizarse en solitario o con una pareja, lo que incluye recibir azotes, palizas, descargas eléctricas. cortes o punciones con agujas.
En los casos más leves de piquerismo puede bastar con clavar un alfiler en las nalgas o en los genitales para proporcionar gratificación. En los más extremos se llevan a producir lesiones graves e incluso la muerte.
El piquerismo se considera una inclinación sexual, por lo que la mayoría de las partes del cuerpo donde se producen los cortes o pinchazos tienen una connotación sexual, como los pechos, las nalgas, las ingles o los genitales.
En la mayoría de los casos, el piquerismo es placentero para quien lo practica sólo cuando se hace a otra persona, y se supone que es una simulación de la penetración sexual.
Es habitual que la persona que recibe los cortes o pinchazos voluntariamente tenga una inclinación masoquista. En la actualidad la psicología no considera el masoquismo como una patología. Para ser diagnosticado, el comportamiento masoquista debe incapacitar a la persona en su vida diaria o causar angustia. Si el paciente no experimenta ansiedad, culpa, vergüenza u otros sentimientos negativos relacionados con los deseos sexuales masoquistas, se considera un interés sexual, no un trastorno.
No está claro por qué algunas personas obtienen placer a través del piquerismo, y no hay ninguna investigación que haya analizado específicamente esta preferencia sexual separándola de otras formas de sadismo para entender por qué algunas personas la tienen.
Los fetiches como el piquerismo presentan riesgos. Si todas las personas del acuerdo son conscientes de los riesgos y están dispuestas a aceptarlos, pueden llegar a un acuerdo y tomar medidas para minimizarlos. Cada vez que se perfora la piel, pueden entrar bacterias. Esto puede provocar una infección y efectos adversos.
También es posible perforar vasos sanguíneos o arterias. Esto puede provocar una mayor pérdida de sangre y complicaciones graves. Puede reducir el riesgo de infección y otras complicaciones si se esterilizan todos los objetos usados y se eligen zonas del cuerpo donde no haya riesgo de cortar accidentalmente una arteria o un vaso sanguíneo importante.
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