Si en España la conocida como “Ley Sinde” ha levantado ampollas entre los internautas, no lo es menos una propuesta del Gobierno de Australia que impediría con un cortafuegos el acceso a determinados contenidos en Internet. En principio, su objetivo serían webs con contenidos violentos, sexistas, pedófilos o de apoyo a las drogas, clasificados por una comisión independiente.
Sin embargo, se ha encontrado la oposición de ciudadanos y de más de un centenar de empresas, como Google o Yahoo! El gobierno ha publicado las críticas enviadas, y algunos incluso lo comparan con la censura china. Otros de los detractores de este proyecto explican que no se aclara si se sancionará al internauta que intente acceder a ellas o si a la lista negra se le unirán las señaladas por otros países.
Yahoo! advierte de que podría dar pie a que se bloquease material con contenido político, social o educativo polémico, como la eutanasia, el aborto o la homosexualidad. Google pone en duda que no frene la velocidad de conexión, como afirma el gobierno, y señala que podría dar una falsa sensación de seguridad a los padres, ya que estos filtros son técnicamente evitables.
Redacción QUO