El tamaño de los chips de silicio está llegando a un límite porque los efectos cuánticos alteran el rendimiento del dispositivo. Por ello los científicos, como el español Juan Ignacio Cirac, premio Príncipe de Asturias, trabajan en la escala cuántica para el desarrollo de los ordenadores del futuro, con muchísima más potencia que los actuales. Todavía tendremos que esperar hasta tener entre las manos uno de estos ordenadores cuánticos, pero un trabajo publicado en Nature nos acerca cada vez más esta posibilidad.

Sus responsables, un equipo de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sydney (Australia), dirigidos por Andrea Morello, han utilizado un sistema que dopa los átomos de fósforo en el silicio para lograr bits cuánticos, o qubits, la unidad mínima de información en un sistema cuántico.

El sistema empareja los átomos del fósforo a un dispositivo sensible denominado transistor de electrón único. Los investigadores esperan que su avance conduzca a la generación de la computación cuántica y los dispositivos de espintrónica utilizando la mayoría de los materiales de la industria de los semiconductores.

Redacción QUO