¿Es posible que varias personas se conecten cerebralmente para compartir sus pensamientos y realizar juntas tareas concretas? Parece algo de ciencia ficción pero sí, esto es justo lo que ha probado con éxito un grupo estadounidense de neurocientíficos de la Universidad de Washington y la Universidad Carnegie Mellon.
El objetivo era realizar una conexión cerebral de tres vías para permitir que tres personas compartiesen sus pensamientos con el fin de poder jugar a un juego colaborativo (similar al Tetris).
El novedoso sistema se conoce como BrainNet, y sus autores aseguran que podría ser utilizado para conectar muchas mentes diferentes, incluso a través de Internet.
Pero, además de abrir nuevas formas de comunicación, BrainNet podría enseñarnos más sobre cómo funciona el cerebro humano.»Hasta donde sabemos, BrainNet es la primera interfaz directa no invasiva entre cerebro y cerebro para la resolución colaborativa de problemas», señalan los investigadores. «La interfaz permite que tres sujetos humanos colaboren y resuelvan una tarea usando comunicación directa de cerebro a cerebro”, añaden.
En el experimento se conectaron dos ‘emisores’ a electrodos de EEG y se les pidió que jugaran a un juego al estilo de Tetris que implicaba la caída de bloques. Tenían que decidir si cada bloque debía girar o no.
Para ello, se les pidió que observaran uno de los dos LEDs que parpadeaban a cada lado de la pantalla (uno lo hacía a 15 Hz y el otro a 17 Hz), que producían diferentes señales en el cerebro que el EEG podía captar.Estas opciones se transmitían a un solo `receptor’ a través de una tapa TMS que podía generar destellos de luz fantasma en la mente del receptor, conocidos como fosfenos. El receptor no podía ver todo el área de juego, pero tenía que girar el bloque que caía si se enviaba una señal de flash de luz.
En cinco grupos diferentes de tres personas, los investigadores alcanzaron un nivel de precisión media de un 81,25 %, bastante alto para un primer intento. Para añadir un extra de complejidad al juego, los ‘emisores’ podían añadir una segunda ronda de comentarios indicando si el ‘receptor’ había hecho la llamada correcta.
Los ‘receptores’ fueron capaces de detectar cuál de los ‘emisores’ era más fiable basándose únicamente en las comunicaciones cerebrales, lo cual, según los investigadores, es prometedor para el desarrollo de sistemas que tratan con escenarios más reales del mundo en los que la falta de confianza humana sería un factor.
Y mientras que el sistema actual sólo puede transmitir un ‘bit’ (o flash) de datos a la vez, el equipo de expertos piensa que la configuración se puede ampliar en el futuro.
El mismo grupo de investigadores ha sido capaz de unir con éxito dos cerebros, consiguiendo que los participantes jueguen un juego de 20 preguntas uno contra el otro. De nuevo, se utilizaron flashes de fosfeno fantasma para transmitir información, en este caso «sí» o «no».
Por ahora, los datos obtenidos del estudio no son totalmente fiables (y este trabajo aún tiene que ser revisado por la comunidad neurocientífica), pero es un curioso ejemplo que nos hace vislumbrar nuevas formas con las que podríamos comunicarnos en el futuro, tal vez incluso aunando recursos mentales para tratar de abordar problemas importantes.
«Nuestros resultados plantean la posibilidad de futuras interfaces cerebro a cerebro que permitan la resolución cooperativa de problemas por parte de los seres humanos utilizando una ‘red social’ de cerebros conectados», asegura el equipo de investigación.
Fuente: Sciencealert.com
Belén Robles González