¿Sabíais que pasamos una media de 53 días de nuestra vida sentados en el váter defecando? Eso sin contar los 106 días de aquellos que también aprovechan a mear de esta manera. Un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de Rochester se dio cuenta de que se trata de mucho tiempo desperdiciado como para no aprovecharlo para hacer otras cosas más importantes como preocuparse por la salud de la persona que se sienta en ellos.

Así que decidieron crear un asiento smart que se puede adaptar a cualquier váter de manera que cuando apoyamos nuestras piernas y parte de nuestras nalgas estudie diferentes parámetros de salud que verifiquen cómo es nuestro estado de salud. Así lo explica Nicholas Conn, fundador y CEO de la compañía Heart Health Intelligence y que está al frente del proyecto con otros compañeros del ITR: «Este sistema de monitorización cardiovascular está diseñado para detectar problemas de salud en un estado temprano, de tal manera que el paciente pueda saber con antelación lo que le pasa. El asiento está habilitado directamente por algoritmos patentados avanzados y captura más de nueve mediciones clínicamente relevantes. Incorpora un electrocardiograma de un solo plomo (ECG) para medir la actividad eléctrica del corazón, un fotopletismógrafo (PPG) para medir la oxigenación de la sangre y el tiempo localizado del pulso, un balistocardiograma (BCG) para medir las fuerzas mecánicas asociado con el ciclo cardíaco y un sensor de peso corporal».

Lo bueno es que no hace falta que instales un váter nuevo entero, sino que solo necesitas adaptar la «tapa smart» al que tengas en casa y conectarlo a Internet. Las primeros experiencias realizadas sobre 150 pacientes (38 sanos y 111 enfermos de corazón) mostraron unos resultados tan efectivos como los que se podrían conseguir en una monitorización hospitalaria. Según los autores, el siguiente paso es demostrar la utilidad clínica de este sistema y probarlo en un mayor número de pacientes de corazón directamente en su casas y valorar su progreso desde su hogar.

Fuente: Digital Trends.

Alberto Pascual García