Mitad leyenda, mitad realidad. Al menos es lo que se piensa. Todos conocéis la dura historia de Turing, un homosexual condenado a castrarse químicamente para evitar su entrada en prisión.
Turing, tras varios años defendiendo sus ideas no pudo aguantar la presión y se acabó suicidando a lo que se le llamó “estilo Blancanieves”. Al día siguiente le encontraron tumbado junto a una manzana mordida que estaba envenenada con arsénico. Steve Jobs, que era muy fan de Turing, se cree que homenajeó al padre de la informática poniendo como símbolo de Apple esta fruta a la que le falta un bocado.
Publicado para #Quonectados nº 205.
Redacción QUO
Consumir cannabis puede provocar cambios en el epigenoma del cuerpo humano, según sugiere un estudio…
Las pruebas sugieren que los grandes felinos extintos con dientes de sable conservaban a sus…
La falta de datos de la industria química en la UE impide a menudo evaluar…
El cambio climático podría convertirse en el principal causante del declive de la biodiversidad a…
La vitamina D altera las bacterias intestinales de los ratones y como resultado mejora su…
Los científicos confirman la composición del núcleo interno de la luna, que consiste en una…