Noruega va a ser el escenario donde Mazda ponga en marcha un proyecto para crear un sistema de transporte limpio basado en el hidrógeno. La particularidad de la iniciativa se basa en que sobre la base del Mazda RX-8 se ha desarrollado un motor rotativo capaz de ser impulsado por hidrógeno o gasolina. Hasta ahora, todos los proyectos en este sentido se han realizado sobre motores con la configuración tradicional.
Con un excelente rendimiento, las mecánicas rotativas se caracterizan por realizar la admisión, compresión, combustión y escape dentro de un mismo cilindro. Conocido también como Wankel, en honor de su inventor, Felix Wankel, los motores rotativos han sido muy empleados en competición.
Redacción QUO