No era el estruendo de la balas de cañón, ni el sonido sordo de los garfios de abordaje, ni tampoco el chasquido de los mosquetes lo que más aterrorizaba a los marineros de la Armada española hace cinco siglos, era el fuego. El por aquel entonces vicealmirante Sir Frances Drake ideó un ataque de lo más contundente con brulotes, que eran embarcaciones cargadas de explosivos, material inflamable y combustible. Drake lo utilizó para incendiar los buques de guerra enemigos o para destruir aquella infraestructura que le obstaculizase su camino. El efecto fue devastador y obligó a los barcos españoles a poner pies en polvorosa.

A pesar de haber transcurrido más de 400 años, el fuego sigue siendo una de las principales amenazas a bordo. Afortunadamente no hay muchos incendios, pero según muestran las estadísticas, la mitad de ellos provocan la destrucción total de la embarcación. Si ocurre en un puerto la gravedad se multiplica, pues con toda probabilidad afectará a los barcos circundantes provocando un daño aún mayor.

El salvador robótico, una nueva tendencia

Los compañeros robóticos parecen una nueva tendencia dentro del entorno militar de Estados Unidos. Y no es para nada una mala idea utilizar amigos robóticos en lugar de seres humanos para las labores de mayor riesgo en situaciones bélicas o de inminente peligro como puede ser un incendio a bordo.

A lo largo de la historia los marineros han ido mejorando sus protocolos de seguridad haciendo simulacros de incendio, instalando alarmas a bordo o con puertas que bloquean el paso a las llamas. Su última solución es enviar hombres metálicos a luchar contra el fuego, por ello han creado un artefacto robótico de 1,80 metros de estatura y 65 kilos de peso que acaba de incorporarse a la plantilla de los marines estadounidenses.

Bautizado como SAFFiR (Shipboard Autonomous Firefighting Robot), es capaz de desplazarse por todo tipo de superficies. La estabilidad de la embarcación tampoco supone un problema para él, pues está diseñado para lidiar con esta situación. También puede abrir y cerrar puertas, usar mangueras, manipular escotillas y realizar otras tareas necesarias para extinguir las llamas.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=K4OtS534oYU[/youtube]

Además, SAFFiR cuenta con distintas cámaras que le permiten detectar todo tipo de objetos, aún en estancias donde el humo impide la visibilidad. Sus creadores le han dotado también con sensores con el fin de poder calcular la temperatura del ambiente y valorar los gases presentes en la zona. Otra de sus características destacadas es que, al igual que Don Quijote, dispone de un escudero. Su compañero será un dron conocido como ‘micro-flyer’, quien le ayudará a encontrar los focos de posibles incendios. A la llamada de su fiel escudero SAFFiR acudirá para atender las emergencias y acabar con el fuego. Uno de los puntos más flojos del proyecto es la batería de este dron. Con el fin de que pueda acceder a todo tipo de espacios, los ingenieros lo diseñaron bastante pequeño, por lo que su batería también se ha tenido que minimizar. Por ahora, sólo tiene una autonomía de diez minutos, pero esperan encontrar la solución para aumentar esta carga.

Y ahora os preguntaréis ¿cómo apagará los incendios? los marines han equipado al robot con granadas PEAT, realizadas con varios compuestos químicos que están pensadas para la extinción de incendios: actúan como extintores al explotar. Está programado para trabajar codo a codo con el personal de emergencias y de seguridad, pues han incluido un algoritmo que le permitirá responder ante las órdenes de sus jefes humanos.

Vía | CNN

Redacción QUO