A partir de ahora, los tribunales se vestirán de sistemas binarios y conexión inalámbrica. El programa de inteligencia artificial ROSS, basado en la plataforma Watson de IBM es un experto en temas legales. Se le puede hacer preguntas en inglés y él responderá buceando entre toda la información relacionadaque se encuentre en el cuerpo legal vigente. Y su respuesta no es un copia y pega, sino que “traduce” la terminología a un lenguaje comprensible. También obtiene referencias de juicios pasados y da recursos secundarios que podrían ser útiles.
Finalmente ROSS monitoriza internet para estar alerta a cualquier novedad que pueda afectar el caso.
Ahora este Perry Mason digital ha sido contratado por la empresa Baker & Hostetler, un bufete con 50 abogados de carne y hueso en plantilla y que se especializa en bancarrota y problemas financieros. ROSS no solo responderá preguntas, también podrá formular hipótesis y fundamentarlas con citas de leyes o precedentes legales. Y, a medida que se interactúa con él, más aprende.
Esta irrupción de la inteligencia artificial en el campo legal llega de la mano de una necesaria revisión de la relación entre tecnología y leyes. Licencias ara pilotar drones, condenas por injurias a través de Whatsapp o por abuso sexual en las redes sociales, muestran un nuevo campo en el que los expertos recién comienzan a entrar.
Juan Scaliter