Lo cierto es que la nueva tecnología 3D en cine no ha cuajado del todo. Además del precio elevado de la entrada, se une la engorrosa tarea de tener que aguantar unas gafas de plástico incómodas durante toda la proyección. Por suerte, el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), el Laboratorio de Inteligencia Artificial (CSAIL) y el Instituto Weizmann de Ciencia de Israel están pensando en un plan que las elimine por completo de nuestras vidas.

Su idea se ha bautizado bajo el nombre de Cinema 3D. Permite que el espectador vea exactamente igual independientemente del lugar donde se encuentre sentado, cuestión que hasta ahora resolvían las gafas. Pero gracias a una pantalla y la inestimable ayuda de medio centenar de lentes y espejos, los investigadores han conseguido superar la baja resolución que habitualmente afecta a algunas soluciones profesionales o domésticas. Según explican en EurekAlert!, en las técnicas domésticas se generan, por hendiduras en la pantalla, las llamadas «barreras de paralaje» que permiten que nuestros ojos discriminen distintos conjuntos de píxeles y de este modo generar profundidad.

Con el fin de poder evitar esta clase de errores, en el invento del MIT estas barreras se codifican en una única pantalla, de tal manera que el espectador puede ver una enfocada a su posición. En este momento entran en juego los espejos y las lentes, que compensan la distancia existente entre cada miembro del público. Dado que este tiene muy poco espacio ‘vital’ (se trata de una butaca), el problema queda resuelto.

Aunque aún tendremos que esperar para poder disfrutarlo, la cosa promete.

Fuente: EurekAlert!

Redacción QUO