Si tienes 14.500 $ (unos 11.000 euros) y 45 días libres, estás salvado… si es que eres adicto. En esta clínica no han esperado a que se resuelva el debate sobre si existe una adicción específica a navegar por internet, chatear, mandar SMS o participar en juegos en red. El nuevo reStart Internet Addiction Recovery Program (www.netaddictionrecovery.com) ataca un problema social nuevo con tácticas y terapias muy clásicas, aunque siempre adaptadas a cada caso –por ese precio, faltaría más–.

Los terapeutas del centro, un paraíso de naturaleza y tranquilidad, dan una de cal y una de arena. Por una parte, tratan de calmar la ansiedad que este tipo de enfermos padece dando largos paseos e invitándoles a largas charlas con sus compañeros. Y por otro lado, les imponen jornadas enteras de multiaventura y juegos de habilidad mental entre todos, para que aprecien que las emociones y la excitación también están offline. “¿Compañeros?”, dirán ellos. Sí, porque esa es otra de las carencias de quienes pasan 16 horas conectados a cualquier cacharro que pueda navegar: que no ven un ser humano ni locos (hay pacientes que no suelen ver a más de una persona de carne y hueso por semana). Así que se les obliga a colaborar, decidir entre varios, jugar en equipo y, en una palabra, a relacionarse.

El equipo médico es de lo más completo: el director del Center for Internet Studies de Connecticut, varios especialistas en psicología clínica asociada a las nuevas tecnologías y, con cada vez más trabajo, un departamento de Tratamiento de la Adicción a la Pornografía y al Sexo. ¿Y a la salida? Pues hasta te instalan programas de vigilancia en tu PC para que no vuelvas a “pecar”.

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Esta vieja casa de campo es ahora la salvación para ciberadictos.

Redacción QUO