Aunque en un principio estas imágenes os puedan parecer fruto de un artista surrealista, no es así: es lo que ha ocurrido cuando Google ha intentado «jugar» con las imágenes de su exitosa aplicación Google Earth.

Han sido recopiladas por Clemente Valla, un artista y programador que descubrió, que a veces, cuando se intenta ajustar el zoom de la aplicación Google Earth a la visión óptima, algunas de las imágenes tomadas por los satélites sufren una «fusión», una especie de deformación que les da un aspecto artístico y surrealista.

Esto se debe, a lo que el mismo Valla ha definido como una «perfecta fusión entre el 2D y el 3D». Google, intentó extrapolar las imágenes de 2D a 3D en sus paisajes, pero el cambio realizado produjo un efecto extraño sobre algunas de las calles y puentes más famosos del mundo, como por ejemplo el Puente de Golden Gate de San Francisco, que ha pasado de ser uno de los más imponentes, a convertirse en un delgado papel de fumar encima del vasto océano. En otros casos, los puentes serpentean de forma imposible sobre las colinas o parece que bailan sobre los barrancos. Todo con un aspecto muy… Dalí.

Para lo que no la conozcáis, Google Earth es una herramienta gratuita que permite a los usuarios capturar y navegar tridimensionalmente por calles, avenidas y lugares de todo el mundo. Para hacerlo, usa la superposición de fotos vía satélite y aéreas. Si quieres puedes descargarlo en la página de Google Earth.

Los Ángeles

Whirlpool

La Presa Hoover

San Francisco’s Golden Gate

Ciudad de Bixby, Oklahoma

San Francisco’s Golden Gate

El Peter Guice Memorial Bridge en la interestatal 26

Cataratas del Niágara

Paso del Engaño (Whidbey Island)

Parque Nacional del Río Auburn

Cold Spring Canyon Arch Bridge

Puente de George Washington

Dalí: Persistencia de la memoria

Fue en 1931, cuando Dalí pintó este tema onírico tan mundialmente conocido. Lo que véis al fondo del cuadro, son los iluminados acantilados de Port-Ligat (Gerona). En la parte delantera, vemos tres relojes llamados «relojes blandos» (un tema muy recurrente en el pintor) que parece que están fundiéndose poco a poco.

Si os fijáis, cada reloj tiene una hora diferente y un cuarto reloj existente en el cuadro es de bolsillo. Ese reloj está cubierto de hormigas lo que para Dalí significaba podredumbre y putrefacción.