Si ya estás arriba…
Tan pronto como te des cuenta del problema, agita las manos y señala tu paracaídas para avisar a un compañero de salto.
La fuerza gravitacional se triplica
La velocidad de caída puede alcanzar los 209 kilómetros por hora. Engancha tus brazos en el arnés de tu compañero, para evitar dislocarte los brazos cuando el paracaídas se abra.
Para manejar el toldo
Con una mano hay que manejar la velocidad y dirección de la caída, para evitar obstáculos como los cables de electricidad.
El tipo de paracaídas determina la velocidad del aterrizaje.