A simple vista, este escudo antibalas parece hecho de papel, dada su gran flexibilidad. Pero se trata de uno de los más resistentes que existen al impacto de las balas.
Ha sido diseñado por ingenieros de de la Universidad Brigham Young de Estados Unidos, y está fabricado con polímeros de Kevlar (una de las fibras más resistentes que existen), reforzados con aluminio.
Pero la gran novedad de este escudo es que puede extenderse para brindar cobijo a tres personas en lugar de a solo una, como hacen los tradicionales chalecos antibalas.
Además, es extremadamente ligero ya que solo pesa veinte kilos frente a los cuarenta de la mayoría de los chalecos. Las pruebas han demostrado su eficacia frente a armas gran calibre como el Magnum 357 el Magnum 44.